Extraño lo nuestro
Sobre todo porqué no éramos NADA, pero en cada encuentro, hacíamos que TODO fuera nuestro. Y ambos lo sabíamos, que existía una complicidad fuera de lo habitual. Tanto, que sabía lo que pasaba por tu mente cada vez que me guiñabas el ojo. Para luego aparecer besándonos como locos detrás de la barra de aquella discoteca llamada INEFABLE.
Podríamos bien haber destruido la ciudad entera si queríamos o construir una iglesia para que vengan a pedirnos clemencia.
Porque todos esa noche, se enteraron que fuimos Ángeles caídos, ya que benévolo no era tu estilo ni el mío. No tuvimos piedad, nos importo un carajo las miradas, nos manoseamos con ganas y no le dimos lugar a los reproches con resaca. Dejamos que vieran un momento nuestro paraíso eterno.
Nosotros que juramos por dios no enamorarnos, terminamos por hacer del amor una acción.
Sin palabras y un beso con fuerza fue la despedida perfecta.
Si algún día lees esto
quiero que sepas
que aún extraño
lo nuestro.
PD: Perdónanos señor por no saber lo que somos, pero volvería a traicionarte por repetir ese día
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